Uruguay no tiene climas extremos pero igualmente es necesario considerar el problema relacionado con el deck y cambios de temperatura.
Los materiales no reaccionan de la misma manera al frío que al calor. Por eso, a continuación te contamos cómo elegir un deck que soporte variaciones climáticas.
Cuando se invierte en un deck que estará emplazado al aire libre la esperanza es tener que preocuparse lo menos posible de mantenerlo. Anhelamos que no se estropee y fundamentalmente que no haya que “prepararlo” para poder disfrutarlo en el verano o en el invierno.
Materiales e intemperie
Es importante planificar cómo será el uso que se le dará al deck tanto en temporadas de calor como en los meses menos cálidos del año.
Como probablemente sepas, los materiales “sufren” las inclemencias climáticas, ya sea por la alta exposición al sol como por estar a la intemperie cuando las temperaturas son bajas o las temporadas presentan grandes lluvias.
En el caso de Uruguay, al tratarse de un país con cuatro estaciones claramente diferenciadas, el clima con indicadores más bajos se presenta generalmente en junio y julio. Y, aunque no se alcanzan temperaturas bajas extremas, sí es habitual que durante la noche se produzcan ciertas heladas.
Decks de madera e invierno
En ese sentido, si bien la madera es un elemento con ciertas ventajas es cierto también que se deteriora cuanto más se expone a condiciones climáticas extremas. Por lo tanto, un deck al aire libre corre mayor riesgo de romperse o al menos dañarse en los duros inviernos.
Otro elemento adicional es que muchos decks están construidos en Uruguay para ser disfrutados en casas de fin de semana y no en residencias permanentes. El desarrollo de la infraestructura vial multiplicó la cantidad de personas que se escapan los fines de semanas desde Montevideo principalmente hacia la costa o hacia el campo.
Esto tiene un impacto en el material que se elige para sostener una vivienda en la cual no se está conviviendo permanentemente.
Decks de WPC
Afortunadamente, los decks de madera no son la única alternativa disponible en la actualidad. Un deck de madera plástica o WPC es mucho más duradero y fácil de mantener en invierno que uno tradicional de madera.
Entre las ventajas del WPC (siglas en inglés de Wood Plastic Composite), se encuentran el hecho de que este material no necesita ningún tratamiento o acondicionamiento especial para protegerlo de cambios de clima.
Además, a diferencia de la madera no se deforma ni se parte por su exposición a bajas temperaturas. Tampoco se pudre ni se ablanda en caso de exceso de humedad, escarcha o hielo.
“Un deck de madera plástica o WPC es mucho más duradero y fácil de mantener en invierno que uno tradicional de madera”
Contra la humedad
Este último punto es clave. Gracias a su fabricación en material plástico parcialmente, un deck de WPC es muy resistente a la humedad, algo muy común en Uruguay.
En el país, la humedad oscila entre el 70% y el 75% en todo el país, que se refleja durante el día alrededor del 45%, y durante la noche en valores de 90% o mayores, lo que afecta directamente a la conservación de un deck.
Una persona que posee un WPC no tendrá que preocuparse de que la humedad se filtre y se pudra o se deforme.
Las principales empresas de WPC, como LifeCycle, ofrecen productos que tienen una sólida capa protectora de polímero añadida a cada tablero o baldosa.
Resistencia a las inclemencias climáticas
El deck de WPC es más resistente que uno de madera. El frío, la nieve y el sol no lo afectan, ni en su forma ni en su color.
Gracias a su capa protectora, difícilmente sufrirá un cambio de color con el paso del tiempo. Esta característica también es útil para mantenerlo a salvo de manchas accidentales. Un poco de agua y jabón es suficiente para limpiarlo en estos casos.
Por estos motivos, elegir WPC es la mejor alternativa para pasar el invierno y que el deck siga como nuevo a principios de primavera.